Interiorismo
El trabajo de un interiorista es el gran desconocido, incluso para los amantes de la decoración, creemos que se requiere únicamente de algo de gusto estético y mucha imaginación, muy alejado de la realidad ya que debe estar formado y poseer muchos conocimientos estéticos y técnicos para llevar a cabo un buen proyecto de interiorismo.
Un buen proyecto decorativo contiene bocetos, planos escalados y perspectivas para poder definir las cuestiones más técnicas, que serán completados con detalles más estéticos como el color, acabados, iluminación, materiales, tejidos … El objetivo principal es adecuar el espacio a las necesidades que presenta el cliente, pero todo proyecto de interiorismo tiene unas fases que el cliente debe conocer:
1. Proceso Tradicional "Handmade"
En esta fase tienen lugar las primeras entrevistas y toma de contacto con el cliente, en la que presenta las necesidades y el alcance del proyecto. Se estudian características bases del lugar y de su entorno, como la orientación, la incidencia de la luz natural, medidas … en definitiva, un estudio de todos los elementos que condicionarán el diseño final.
2. Talleres Propios de confección y tapizado
Una vez realizada la toma de datos, se define la idea de proyecto que aparecerá plasmada en cada uno de los elementos que lo componen. En esta fase se realiza una primera propuesta más conceptual, en la que se empiezan a definir características generales del espacio que se va a diseñar, referencias de proyectos similares ya ejecutados, sensaciones que se quieren transmitir, colores, texturas, croquis a mano… Esta es siempre la fase más creativa.
3. Textil personalizado
Tras afinar esta idea global que nos transmite el cliente, se pasa a un trabajo más palpable en el que se plasma todo este trabajo previo adaptándolo al espacio en el que se va a actuar, mediante planos, secciones e incluso perspectivas 3D, para poder entregar al cliente las primeras propuestas de distribución, todo ello completado con las texturas y materiales que se quiere utilizar para acercar al cliente lo máximo posible al resultado final.
4. Mimo en los detalles
Sabiendo el alcance exacto de los trabajos que se quieren realizar, se procede a elaborar un presupuesto en el que se reflejará el coste total del proyecto y su detalle por estancias y conceptos. Se solicitan presupuestos a distintos proveedores y fabricantes para poder comparar y poder dar un precio real y competitivo. En esta fase también, se revisa este presupuesto con el cliente y se dan las últimas puntadas al proyecto sobre el que se está trabajando, para terminar de definir cada detalle.
5. Ejecución y seguimiento
Con el presupuesto definido y ratificado por el cliente, se empiezan a realizar los trabajos que componen la totalidad del proyecto, entregando a cada uno de los operarios y oficios los planos, fichas técnicas y calendario de ejecución para llevar a cabo el proyecto con la mayor garantía de éxito. En esta fase, es importante tener previsto un tiempo destinado a los remates, imprevistos y desperfectos que se pueden dar durante cualquier proyecto de interiorismo y que habrá que solucionar para que todo esté como desea el cliente. En Tapidecor entendemos que cada proyecto de decoración es único y exclusivo. Poseemos talleres propios de carpintería, lacado y confección textil que permiten personalizar tu hogar en función del estilo de vida y necesidades concretas, así como el reaprovechamiento de muchos de los muebles del cliente.
6. Decoración, el toque final
Cuando el proyecto llega a su fin, hay una fase que muchas veces pasa desapercibida y es la que pondrá el broche final a un trabajo bien realizado. La elección de los últimos detalles y elementos decorativos que van a aportar el toque diferenciador al proyecto: jarrones, flores y plantas, cuadros y espejos, todo vale en esta fase, siempre y cuando, esté en consonancia con la idea inicial del proyecto.